Gabriel Cantilo
Artista Plástico
Gabriel Cantilo junto a su hija la cantante Fabiana Cantilo
Moldes de una historia
Treinta años atrás fue un exitoso empresario que en sus ratos libres dibujaba y pintaba. El arma ya estaba en su mano. Hasta el día en que a orillas del mar sacó sus lápices, cartones y papeles y convirtió en modelo a la muchacha que lo acompañaba esas vacaciones. Aquel día descubrió que no quería pintar solo de vez en cuando, sino todos los días del año. A su regreso a Buenos Aires -y al trabajo-, inició su cambio de vida. Lo llamaron loco, pero el festejaba cada vez que lograba quebrar alguno de los vínculos que le hacían llevar la corbata cada vez mas apretada al cuello. Corbata que acabó guardada, junto a los chalecos. También cambiaba su imagen. Eran años de cambios para los jóvenes, momentos de idealismos y movidas culturales que dejaron huellas y marcaron un nuevo camino para las generaciones venideras. Lo llamaron “hippie insoportable”, como hoy se autodenomina el mismo al mirar hacia atrás, pero de un modo mucho mas afable que con el que lo hacían aquellos dedos acusadores. “La transición no fue dolorosa, aunque hubo dolores ya que cambié de ambiente, de amigos, de mujer...”-dijo recordando sus cambios. Pero su disciplina en cuanto a estudio y trabajo modificó prontamente la mirada que tenían los otros sobre él. Trabajaba trece horas por día, informándose, dibujando, uniendo sus manos al yeso... Estaba creando no solo su historia, sino un estilo propio. Y el éxito lo acompañó: "El éxito para mi es vivir tranquilo haciendo lo que me gusta, no seré un afamado millonario, pero vivo de mi profesión"
Un autodidacta que sin profesores se convirtió en maestro. Y que tiene su taller en el centro de la ciudad de Buenos Aires, donde diariamente concurren alumnos de todas la edades, dándole al apuro porteño un espacio de libertad creadora.
Mensajes
En la plástica el mensaje es mucho mas indirecto y además, a largo plazo. Hace un tiempo, revisando papeles viejos, encontré unos dibujos hecho en su juventud por mi padre, dibujaba muy bien aunque la vida lo llevo por otros rumbos. Y me detuve en los bocetos, con la propuesta de desentrañarlos, tratando de saber que sentía, cómo estaba viviendo él en esa época... Y apareció un mensaje... Pueden pasar muchas generaciones, pero perdura y en algún momento llega. El teatro en cambio es mas directo y emotivo, las emociones vienen directas. Al igual que las manifestaciones respecto a su obra, el actor tiene placeres que el artista plástico prácticamente desconoce. Salvo en raras ocasiones, en alguna exposición, uno puede recibir elegios o reparar en la recepción del otro en cuanto a la obra. El actor lo recibe al instante.
El mensaje del autor no necesariamente es el mensaje que llega, no importa un mensaje llega. Si yo muestro una escultura surrealista donde yo hago determinado mensaje, trato de explicar algo que me pasa, no necesariamente el que lo ve recibe lo que quise decir, recibe otra idea, a través de su personalidad o su neura recibe otra cosa, pero llega.
En Alejandra Pizarnik hay una constante búsqueda a través de la palabra, ¿Qué pasa en la plástica, existe una constante que trasciende a lo largo de su obra. Etapas, series?
Hay , la búsqueda existe y se expresa de diferentes formas inclusive con los materiales. Yo empecé tallando madera después fui descubriendo el cemento directo o el yeso hasta que llegue al material que usaron los indios precolombinos, los egipcios y encontré que es el compendio de la naturaleza, es tierra, agua fuego y ahí me quede en el material no en la temática. He usado varios materiales, cada material tiene su propio discurso. Por ejemplo, con el cemento, que tiene una cierta rusticidad, es mas fácil dar una idea de fuerza y vigor y no la sutileza de una danza.
Aunque en la actualidad lo que mas me divierte hacer son desnudos y caballos, en los comienzos realice una serie sobre rugby, -deporte que ha practicado en su juventud- Tema inagotable con gracia y fuerza
Musas
Creo en las musas. Pero eso no implica que a veces sufra el temor de "la pagina en blanco", aunque esto es básicamente inseguridad, se trata de ablandar la mano, eso hace crecer la inspiración. Una vez leí que Graham Greene siempre se cuestionaba si había llegado a escribir su último libro. El temor a la ausencia de musa es real. Sin embargo, a mi las ideas me surgen en momentos donde la mente queda casi en blanco. El subconsciente siempre esta trabajando y explotan cuando uno menos lo imagina, esa es la verdad...
Atelier Cantilo
Dibujo Pintura Escultura
Clases para chicos y adultos
Sabados de 11 a 13
Tel. 4829-2061
(Galería del Santa fe y Pueyrredon)